En 1972, un suceso devastador dejó a Steve Ashley, de 21 años, completamente discapacitado, aquejado del síndrome de enclaustramiento: con la mente intacta pero dependiente de un respirador artificial, incapaz de mover el cuerpo, hablar o incluso respirar por sí mismo. La medicina convencional y las terapias de rehabilitación disponibles no daban a Steve ninguna esperanza de recuperación significativa o de recuperar una vida independiente.
Como hermano del Dr. Mark J. Ashley, fundador y presidente del Centre for Neuro Skills, Steve brindó al Dr. Ashley la oportunidad personal de demostrar que era posible una rehabilitación significativa una vez finalizados los cuidados intensivos. Las personas encerradas en la prisión física de la lesión cerebral podían recibir las llaves de la libertad a través de un intenso programa de terapia, en lugar de sólo cuidados.
Ocho años después de su lesión, Steve se convirtió en uno de los primeros pacientes de CNS. Su recuperación se convirtió en el modelo de la actual filosofía de trabajo de CNS. La terapia intensiva diaria reveló las necesidades y capacidades físicas y emocionales únicas de Steve. Necesitaba ser funcionalmente independiente. Quería dominar habilidades básicas como comer, darse la vuelta en la cama, usar la voz y mover el cuerpo, habilidades que, según los médicos, Steve nunca sería capaz de dominar. Y lo que es más importante, Steve necesitaba ser tratado con dignidad y respeto.
Tras meses de éxitos y reveses, celebraciones y frustraciones, Steve Ashley encontró una nueva vida. Aprendió a hablar, a conducir su silla de ruedas eléctrica, a ir al baño, a alimentarse y a vivir solo en su propia casa. Incluso se casó. Con el enfoque terapéutico único de CNS, volvió a la sociedad y a sí mismo.
En CNS, cada paciente es un Steve Ashley. Nuestra predisposición a la acción es hacer todo lo necesario para que los pacientes recuperen el máximo nivel de independencia posible. Creemos que la mayoría de los supervivientes de lesiones cerebrales -dotados de la terapia adecuada en el momento oportuno por profesionales experimentados e implicados- pueden hacer más. Las personas con lesiones cerebrales pueden recuperar un ritmo de vida normal. Esta es la gran lección que nos enseñó Steve.
Cada familia tiene un punto de inflexión, y el viaje de Steve desde la devastación hasta la rehabilitación fue una epifanía para los Ashley. Impulsó la creencia de que las personas con lesiones cerebrales debían tener un lugar donde curarse y que el Dr. Ashley y su familia podían prestar este servicio esencial.
El "momento" de cada familia encierra la promesa de transformar la tragedia en triunfo. Afortunadamente para CNS, ese momento inspiró a los fundadores para ayudar a todas las personas que han soportado lo impensable.
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